El secretario de Estado de Andorra, Landry Riva confirma en el último Almuerzo-Coloquio del Comité Español de la LECE celebrado en Barcelona que el Acuerdo de Asociación con la UE permite un marco muy positivo para la diversificación necesaria de la economía andorrana.

En 2010, se inician las negociaciones con la UE, que exige incluir a San Marino y Mónaco, que acabó retirandose de las negociaciones. Así comenzaron a explorarse diferentes modelos de relación, entre ellos acuerdos bilaterales similares al modelo suizo, la adhesión como Estado Miembro, la integración en el Espacio Económico Europeo (EEE), y finalmente, un acuerdo de asociación, que se identificó como la mejor opción.

En 2015 se iniciaron las negociaciones, y en diciembre de 2023 se concluyeron, tras casi nueve años de intensas conversaciones.

El resultado de esta negociación se articula en tres bloques, configurando un acuerdo atípico. El primer bloque, el Acuerdo Marco, es común para Andorra, San Marino y la UE, e incluye principios de libertades, políticas horizontales (social, medioambiental) y políticas de cooperación fuera del ámbito de las libertades. Además, incorpora protocolos marco que detallan cuestiones específicas, como la cooperación parlamentaria, estadística y colaboración en servicios financieros.

El segundo bloque establece la relación bilateral entre la UE y Andorra, y la UE y San Marino. A diferencia de la integración en el Espacio Económico Europeo, donde países como Islandia, Noruega y Liechtenstein hablan con una sola voz, este acuerdo permite a Andorra y San Marino mantener relaciones bilaterales independientes con la UE. Dentro de este bloque, hay un protocolo específico Andorra-UE que aborda diferentes aspectos, como el aduanero, excluyendo el tema del tabaco. Se añaden 25 temáticas con el objetivo de crear un marco jurídico equivalente al del mercado interior de la UE.

Un largo recorrido

Las relaciones entre Andorra y la UE empiezan en 1989. En la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1985, ya se reflejaba la necesidad de un encaje de las relaciones comerciales con Andorra. Así, Andorra empieza a negociar su primer acuerdo con la CEE que entra en vigor en 1991. Este es el primero de siete acuerdos sectoriales que incluyen aspectos aduaneros, veterinarios, de seguridad alimentaria, monetarios, de regulación bancaria y de cuestiones transversales, como el blanqueo de capitales.

Este vínculo sectorial genera carencias en distintos sectores de actividad. Ya desde el año 2000, los distintos gobiernos de Andorra han tenido claro que esta relación sectorial no es sostenible a largo plazo para Andorra. A su vez, coincide con la necesidad de diversificar la economía andorrana. A nivel nacional, se necesita una apertura económica y una reforma fiscal. A nivel internacional, es fundamental conectar el mercado andorrano con uno más amplio y próximo como el mercado interno de la UE.

En este contexto, el Tratado de Lisboa activó un marco idóneo para iniciar las negociaciones hacia una relación más completa y estable con la UE. En dicho Tratado se incluye un apartado en el que la UE reconoce la necesidad de un trato específico para países de pequeña dimensión con proximidad geográfica. El acuerdo de asociación al que hemos llegado con la UE permite un marco muy positivo para la diversificación de la economía andorrana.

En el acuerdo actual se han abordado cuestiones sensibles como la libre circulación de personas. Andorra enfrentaba una situación asimétrica, deseando disfrutar de esta libertad sin poder acogerla completamente, pero se ha alcanzado una solución. En el sector del tabaco, se ha ampliado la situación aduanera debido a la relevancia histórica de esta industria en el país desde el siglo XVII. También se ha tratado la libre prestación de servicios, especialmente en profesiones tituladas y operadores públicos como telecomunicaciones y electricidad, así como la integración de servicios financieros en el mercado interior, considerando que Andorra y San Marino son dos nuevos actores en este entorno.

El calendario previsto debería llegar a septiembre para que se realice el acto de firma entre las partes. Posteriormente, se llevará el acuerdo al Parlamento Europeo para su aprobación. En Andorra, se celebrará un referéndum vinculante en la primavera de 2025. Si el resultado es afirmativo, el texto será presentado al Consejo General andorrano para su aprobación final. Si el resultado es negativo, no se procederá a su aprobación.

Este acuerdo de asociación representa una oportunidad histórica para Andorra, consolidando su integración en el espacio europeo y garantizando un desarrollo sostenible y próspero para el país. El evento fue presentado por el presidente del Comité Español de la LECE, Francesc Homs i Ferret.